Los restos de un castro en Sotillo y una estela encontrada en la ermita de San Pantaleón de Arcera evidencian la presencia humana en los territorios del actual municipio de Valdeprado del Río en época protohistórica.
En la época romana, en las inmediaciones se fundó la ciudad de Luliobriga, el asentamiento más importante que hubo en el anterior territorio de los cántabros y se plantea que el área de Los Carabeos era atravesada por la vía que comunicaba esta ciudad con el valle del Ebro.
En torno al segundo milenio empezaron a formarse una serie de asentamientos permanentes en los territorios de Valdeprado.
Una de las referencias más antiguas atañe a Santa Eulalia de Los Carabeos, incluida en la relación de iglesias dependientes de San Román del Moroso, que la reina Urraca dona a Santo Domingo de Silos en 1119. Hacia 1232 constan expresamente los concejos de Carabeos, Riconcho y Arcera/Aroco en el Fuero Apócrifo de Cervatos, datado falsamente en el año 999.
En el S. X, durante el reinado de Alfonso III de Asturias, Valdeprado del Río y su entorno figuran integrados en una demarcación territorial denominada Campo Pau. Ya en 1183, en una donación que el rey Alfonso VIII de Castilla hizo al obispo de Burgos, la comarca fue registrada como Campoo, denominación que pervivirá hasta la actualidad.
Hacia el S. XIII figura incluida dentro de otra llamada ?Peñas de Amaya hasta el mar?, que engloba también a las Asturias de Santillana, Liébana y Pernía. Un siglo más tarde, en el Becerro de Behetrías, de 1351, este territorio consta dentro de la merindad castellana de Aguilar de Campoo.
Entretanto, en el territorio de Valdeprado se articularon una serie de concejos que en los siglos XIV y XV se agruparon en dos hermandades: Los Carabeos y Valdeprado. La primera estaba integrada por los concejos de Los Carabeos, con los barrios de Arroyal, Barruelo, Berzosa, Cantinoria, La Piedra y San Andrés; Los Riconchos, con los barrios de Aldea de Ebro, Bustidoño, Laguillos, Malataja, Mediadoro y Santiago; y Arcera-Aroco.
La Hermandad de Valdeprado, articulada en 1503, estaba compuesta por los concejos de Hormiguera y barrio de Candenosa (esta aldea a veces aparece como concejo); Reocín de los Molinos; Sotillo-San Vitores; y Valdeprado, con los barrios de El Campo, El Corral, Monasterio, Penilla y La Revilla. Se han conservado las ordenanzas que regulaban el funcionamiento de Los Carabeos.
Éste contaba con tres regidores, unos para Arroyal, otro para Barruelo y otro para San Andrés; un fiel o diputado; nueve ?nombrados?, que constituían junto a los regidores una junta especial del concejo; y una serie de jueces. Las juntas eran anuales y se celebraban en el sitio llamado el Rebollo.
Respecto del valle de Valdeprado, se conservan las ordenanzas del concejo de Sotillo-San Vitores. Aquí también había regidores, pero se ignora si existían fieles.
En los territorios había otras hermandades: Campoo de Enmedio, Campoo de Suso, Campoo de Yuso, Valdeolea y Cinco Villas, y todas tenían una organización similar. En cada una de ellas se elegía anualmente a un procurador síndico general, vocal nato en las juntas del Ayuntamiento General de la Merindad de Campoo en la villa de Reinosa.
Dicho oficial era también presidente de la Junta de Hermandad, compuesta por los regidores y fieles-diputados de los concejos. El procurador síndico general, los regidores y fieles celebraban una junta anual presidida por el corregidor de Reinosa en la cual elegían a los procuradores síndicos, los alcaldes de la Santa Hermandad y, desde 1766, a los diputados de abastos y personeros síndicos del común, cargos instituidos por Carlos III.
En la Hermandad de Los Carabeos las reuniones se celebraron hasta 1757 en enero y a partir de entonces en octubre; se desarrollaban en el paraje conocido como Campo de Hermandad o prado de Pramorgado. En el caso de Valdeprado, tenían lugar en marzo junto a la ermita de San Juan.
Durante el Antiguo Régimen las siete hermandades, la villa de Reinosa y Valderredible formaron parte de la jurisdicción conocida como Corregimiento de Reinosa y Merindad de Campoo. Ésta se incluía a su vez en el partido de Palencia, de la provincia de Toro, circunscripción fiscal surgida en torno al año 1500.
Tras la llegada al poder de la dinastía de los Borbones se trató de generalizar y uniformizar la división territorial del Estado, creando intendencias que reunieran las funciones de justicia, policía, finanzas y guerra. Tras varios reajustes quedaron reducidas a 22 en 1749. En las primeras décadas del S. XIX esta zona conoció diversos cambios: en 1803 se suprimió la provincia de Toro y en 1806 el partido de Reinosa quedó incorporado a la provincia de Palencia.
Entre 1810 y 1813 formó parte de la prefectura de Santander; de 1814 a 1822 pasó a la provincia de Palencia; 1822 quedó incluida en la provincia constitucional de Santander; y entre 1823 y 1833 volvió a formar parte de la provincia de Palencia. Finalmente, en noviembre de 1833 se incorporó definitivamente a la provincia de Santander.
A nivel local, en 1822 se formaron los ayuntamientos constitucionales de Los Carabeos y Valdeprado. En marzo de 1868 se unificaron ambos municipios: la capitalidad recayó en un primer momento en Valdeprado, hasta que en el año 1873 fue definitivamente trasladada a Arroyal de Los Carabeos. Pertenece desde sus orígenes al partido judicial de Reinosa.
Nació en San Andrés en 1763. Ingresó muy joven en el Ejército, pasando del Regimiento de Burgos al Regimiento Fijo de Buenos Aires hacia 1784. Tras prestar sus servicios a la Corona, se unió en 1809 a los insurgentes y se convirtió en uno de los principales líderes militares de la Independencia, combatiendo en la zona de los Andes, parte del tiempo junto al coronel José San Martín.
Entre las gestas bélicas que protagonizó se cuenta la batalla de La Florida (1814). Arenales llegó a ser gobernador intendente de la provincia de Cochabamba (1814) y gobernador y capitán general de la provincia de Salta (1823). Falleció en Moraya (Bolivia) en 1831.
Uno de los elementos arqueológicos más notables recuperados en Valdeprado del Río es una estela con una serie de grabados en forma de laberinto localizada en la ermita de San Pantaleón de Arcera ?está depositada en el Museo Regional de Arqueología y Prehistoria de Santander-. Asimismo, en Sotillo se ha identificado un castro en una montaña que presenta un foso con terraplenes.
En cuanto a arqueología romana, en San Vitores y Hormiguera se ha localizado dos términos augustales que separaban el territorio de Julióbriga del de la Legio III Macedonia asentada en Herrera de Pisuerga. Además, hay restos de necrópolis medievales en Arcera, Arroyal, Barruelo, San Andrés, Aldea de Ebro, Valdeprado y San Pantaleón de Arcera (aquí también se encontraron restos de una iglesia destruida).
Uno de los complejos religiosos más importantes de Valdeprado es el santuario de Montesclaros, situado al norte del municipio, en una ladera del monte Somaloma, junto al límite con Las Rozas de Valdearroyo.
Su origen se remonta a una construcción rupestre de los siglos VIII-IX. En 1217, merced a una decisión de Fernando III, se puso bajo el patronazgo real. Hacia 1677 empezó a levantarse la iglesia actual, haciéndose responsable de las obras Alonso del Pozo, cabeza de la comunidad de dominicos procedente de las Caldas de Besaya, que ocupó Montesclaros en 1686, en virtud de una disposición de Carlos II.
El templo tiene planta de cruz latina de una nave con capillas laterales y el crucero está cubierto por una cúpula clasicista. Presenta una espadaña a los pies y dos portadas barrocas de los siglos XVII y XVIII.
En la cripta se conservan los restos más antiguos: se trata de una cueva y una capilla de ábside cuadrado que recibe la luz por una estrecha ventana sogueada de aires asturianos; en los muros se trazaron líneas rojas que aparentan un muro de sillares cuyo interior está adornado con estrellas y una cruz patada; el altar presenta relieves mozárabes.
Aloja dos sarcófagos, uno de ellos con una inscripción en castellano fechada en 1385. El retablo mayor es historicista. Basado en los modelos platerescos, fue construido en 1892 y aloja la imagen de la Virgen de Montesclaros, una figura gótica datada en el siglo XIV. En la actualidad ha de señalarse en particular que en las dependencias de este santuario se conserva una de las mejores colecciones de entomología de la comunidad autónoma.
Además de este santuario, Valdeprado custodia diversas muestras de arquitectura románica de interés. Se trata de los templos de Santa María de Barruelo, Santa Cruz de Arcera y San Juan Bautista de Aldea de Ebro. La iglesia de Santa María de Barruelo fue fundada en 1264 y ampliada en los siglos XVII-XVIII.
Atesora un singular mural ejecutando en el lado del evangelio que representa una última cena; sus rasgos estilísticos llevan a datarlo a mediados del siglo XVI. Asimismo, el presbiterio presenta una decoración geométrica de grandes bandas de color; en las enjutas del arco triunfal se ha identificado una representación mural gótica de la Anunciación. Custodia un retablo mayor rococó datable hacia 1785.
Santa Cruz de Arcera es un templo de finales del XII, principios del XIII, con planta y ábside rectangulares. El retablo mayor fue ejecutando hacia 1670, en fases cercanas al prechurrigueresco. La hornacina central aloja un Calvario de la segunda mitad del XVI, que acusa la influencia de Berruguete.
En cuanto a San Juan Bautista de Aldea del Ebro, lo más singular de este templo, reformado en 1835, es una espadaña exenta con un arcosolium abierto bajo la escalera de acceso al campanario. En esta misma localidad se encuentra la ermita románica de Dondevilla.
También son interesantes Nuestra Señora del Rosario de Arroyal de los Carabeos y Santa María de Valdeprado del Río. La primera llevaba la advocación de San Miguel hasta su reconstrucción a mediados del XVII (en uno de los claves del ábside de la capilla mayor consta el año 1640).
Su retablo mayor presenta elementos estilísticos que llevan a proponer el año 1730. La imagen titular fue comprada en 1756 en Burgos al escultor Manuel Benigno Romero.
Por último, Santa María de Valdeprado del Río aparece documentada en 1163; no obstante, su aspecto actual se debe a una serie de reformas acometidas en los siglos XVI y XVII. El retablo mayor de Santa María de Valdeprado del Río es una destacada obra romanista encargada hacia 1570 que se atribuye al maestro trasmerano Juan de Sobremazas.
Las antiguas viviendas de los núcleos de Valdeprado resultan de especial interés estético y etnográfico. Se trata de construcciones de planta rectangular y tejado a dos aguas, levantadas en piedra, sobre todo arenisca y toba, material empleado en el cierre de paramentos de entramado de madera recubierto de argamasa y cal.
Es frecuente que la vivienda se sitúe en la parte delantera y el pajar y la cuadra en la trasera, a modo de calefactor. Atendiendo al reparto por alturas, las cocinas y el establo se sitúan en los pisos bajos y las habitaciones y alcobas y el pajar en el segundo.
En cuanto a las características físicas de sus fachadas, son de reseñar aquellas casas enmarcadas por hastiales de sillares sin solana, la mayor parte con tabiques de imprentones y ventanas de madera en el piso superior. No obstante, a partir del XIX se hace frecuente la presencia de solana y balcones.
Existe constancia documental de la presencia de molinos maquileros en los cursos de los ríos Ebro y Polla a su paso por Valdeprado a lo largo de la Edad Media y Moderna. A partir de uno de estos ingenios, el molino de El Lanchón, situado en Arcera, se construyó hacia 1844 una fábrica de harinas que todavía se mantiene en pie y se extiende por una superficie de 118 m2. También es recomendable visitar el Molino Maquilero ‘La Fábrica’ en Reocín de los Molinos.
PR-S 34
Punto de partida y llegada: Valdeprado
Longitud: 14.72 km
Duración aproximada: 3 horas 45 minutos
Desnivel : 650 m
Tipo de recorrido: Circular
Viabilidad para bicis: Media
PR-S 33
Punto de partida y llegada: Arroyal .
Longitud: 7,60km
Duración aproximada: 2 horas 35 minutos
Desnivel : 330m
Tipo de recorrido: Circular
Viabilidad para bicis: Media
PR-S 32
Punto de partida y llegada: km 4 CA 272 dirección Polientes
Longitud: 7 km
Duración aproximada: 2 horas 30 minutos
Desnivel : la ruta es casi llana
Tipo de recorrido: Circular
Viabilidad para bicis: Media, algún tramo puede embarrarse en época de lluvias
SL- 35
Punto de partida y llegada: Arcera 950 m., concretamente en el Barrio de Abajo. El panel de comienzo se sitúa cerca del cementerio de la localidad.
Longitud: 10 km
Duración aproximada: 3 horas
Desnivel : Poco mas de 200 m
Tipo de recorrido: Circular
Viabilidad para bicis: Media (tramo entre la ermita y Arcera, el resto solo para experimentados